365 segundos de silencio en la CDMX, a un año de genocidio
Escrito por Invencible el 10/10/2024
Con 365 segundos de silencio, uno por cada día que ha transcurrido desde que el ejército israelí comenzó sus intensos ataques en territorio palestino, alrededor de doscientas personas se congregaron la noche de este lunes 9 de octubre en las inmediaciones de la Columna de la Independencia para manifestar su rechazo a la escalada bélica que, a un año, se ha extendido a otras naciones del medio oriente como Yemen, Líbano e Irán.
Una vez había anochecido, decenas de velas fueron encendidas, los posicionamientos y poemas fueron leídos mientras en una pantalla se proyectaban imágenes de los bombardeos, de ciudades destruidas y de las víctimas que a su paso han dejado.
Desde un templete, instalado frente a las vallas metálicas antimotines que rodean la glorieta del ángel, las y los oradores de las distintas organizaciones que durante estos 12 meses han organizado foros informativos, movilizaciones y protestas ante lo que señalan como un genocidio en contra de la población de la franja de Gaza, -algunas de las cuales han sido reprimidas con violencia por la policía capitalina- demandaron al gobierno mexicano el cese de sus relaciones comerciales y diplomáticas con el estado de Israel.
Durante su intervención en el mitin, Benjamín Ortiz, de 64 años de edad y quien es uno de los integrantes del plantón dominical pro Palestina que se instala constantemente en ese mismo lugar, narró la agresión física que sufrió el pasado 15 de septiembre a manos de un hombre y sus dos hijos que reivindicaban los actos del Estado de Israel, sumándose a otros casos de ataques violentos a activistas en contra de la ocupación israelí ocurridos en la Ciudad.
Con este y otros actos político-culturales realizados durante el pasado fin de semana, la Ciudad de México se suma a la lista de metrópolis donde las personas salieron a las calles para exigir un alto al fuego y que los gobiernos de sus países tomen acciones concretas ante los crímenes de guerra cometidos por el ejército de Israel; en el caso mexicano, las demandas al gobierno hoy encabezado por Claudia Sheinbaum, son muy concretas:
La Extradición de Tomás Zerón de Lucio, extitular de la Agencia de Investigación Criminal durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y quien ha sido identificado como uno de los principales fabricadores de la llamada “verdad histórica”, que buscaba dar carpetazo a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida hace ya diez años, con una versión de los hechos construida opacamente a base de testimonios obtenidos bajo tortura y otras violaciones a los derechos humanos. Actualmente se encuentra prófugo en Israel (país con el que México no tiene tratado de extradición) y su persecución judicial es una de las principales demandas del movimiento de padres y madres de los estudiantes.
La gran demanda del movimiento es el cese de relaciones económicas, comerciales, académicas y militares con Israel, haciendo énfasis en la vinculación que las fuerzas armadas mexicanas tienen con la industria bélica israelí, evocando el caso del software Pegasus, desarrollado en dicho país y que fue usado para infiltrar y espiar ilegalmente las comunicaciones de periodistas y activistas también durante la administración de Peña Nieto y cuyo uso permaneció en la opacidad que caracteriza a la Secretaría de la Defensa Nacional durante la recién concluida administración de López Obrador.
Las acciones de este tipo continuarán dándose en la ciudad pues son cientos de activistas, militantes, estudiantes, así como trabajadores y trabajadoras de todas las edades quienes se han nucleado entorno a esta causa, una que ha encontrado eco en manifestaciones artísticas y culturales tan diversas como el teatro, el bordado, la música, la gráfica, la literatura, y el performance.
Texto y fotos por Axel Hernández.