
Aunque pareciera que tienen un sólo significado, existen estas pequeñas diferencias en cada una de las técnicas, si eres amante de lo sutil, sensual, te gusta que te dominen o dominar, y te da curiosidad esto es para vos.
El Bondage (es una práctica del BDSM) palabra de origen francés que significa «esclavitud», pero en la práctica sexual, se usa para inmovilizar a la persona que es atada, principalmente por cuerdas de algodón, o también esposas, los grilletes, cuerdas, bridas plásticas, corbatas (son útiles si te gusta improvisar), quienes lo practican, sienten placer al ser inmovilizado. El bondage tiene que ver con la inmovilización, el placer con inmovilizar o ser inmovilizado. Para que sepas te pongo en contexto por si no lo sabes, BDSM es un término creado en 1990 para prácticas y fantasías generalmente eróticas. Se trata de una sigla. Bondage y Disciplina; Dominación y Sumisión; Sadismo y Masoquismo. El bondage tiene que ver con la inmovilización, el placer con inmovilizar o ser inmovilizado y el sadomasoquismo es un tipo de sexualidad alternativa que tiene que ver con dar y recibir dolor.

El Shibari es de origen Japonés, palabra nipona que significa atadura, esta técnica data de la época samurái basada en el arte marcial Hojojutsu que en sus inicios se usaban las ataduras «elegantes» para mostrar respeto a los prisioneros de guerra, pero luego se volvió más cruel y se utilizaba para transportar o castigar a los prisioneros de guerra. Con los años se fue modificando al punto de llegar a estos tiempos, donde ahora el Shibari se trata de hacer diseños usando nudos por todo el cuerpo, que ayuda a aumentar la sensaciones, tanto de forma física como emocional, lo que resulta en una mejor experiencia sexual que te puede ayudar a conseguir mejor y más orgasmos. La atadura erótica japonesa que convierte el sexo en arte.

Orígenes
Los orígenes del shibari se remontan a la dinastía japonesa Edo (1600 – 1878). En esta época surge hobaku-jutsu, un arte marcial que se centra en atrapar y retener a los rivales con cuerdas. Cada familia de samuráis tenía su propia técnica con unas características específicas, por lo cual la identificación de la procedencia del captor era sencilla. También se podía la clase social del detenido y el delito del que se le culpaba.
Estos son algunos de los patrones más conocidos
- Gote Gasshou (後手合掌): Se practica el amarre de las manos en la espalda, con la persona en posición de plegaria.
- (Ushiro) Takate Kote o Gote (後ろ高手小手): Se realiza la atadura en la parte superior de la espalda inmovilizando los brazos generalmente en forma de «U» o «X».
- Ebi (海老): Este nombre lo asociamos directamente a las cartas de los restaurantes japoneses porque significa ‘gamba’. La ligazón se consigue al hacer permanecer a la persona atada en una posición sentada de loto con la espalda muy curvada volcada sobre sus piernas.
- Tsuri (吊り): Esta denominación es mucho más genérica, puesto que incluye todas las ataduras que incluya una suspensión corporal.
- Teppou (鉄砲): Este sistema es conocido también como la atadura «del rifle». Consiste en que las cuerdas sostengan los brazos siguiendo una línea diagonal.
- Tazuki: Es uno de los más ‘sencillos’ o ‘habituales’. Se trata de un arnés corporal cruzado en forma de «X».
- Kikkou (亀甲): Consiste en un amarre corporal en la que la cuerda simula un caparazón de tortuga, dibujando formas hexagonales en la parte anterior del torso.
- Matanawa: Esta atadura implica alta especialización, puesto que se realiza en la parte genital.
- Hishi o karada: Quizás sea una de las más conocidas en occidente porque el manga lo popularizó. Consiste en trazar unos rombos con formas de diamantes para conseguir la atadura.

Yute, coco o arroz
Suelen utilizarse cuerdas con un largo que oscilan entre los 7 y los 8 metros y los materiales suelen ser el yute, el coco, el cáñamo o el arroz, no solamente por tratarse de fibras naturales sino también porque la estética forma parte del ritual. Siendo una disciplina japonesa, hay dos claves que no pueden faltar: las energías y el autoconocimiento. La presión que ejercen las ataduras lo hacen sobre puntos vinculados los meridianos energéticos en la medicina tradicional oriental.
El Kinbaku también desarrollado en Japón, que significa «atar apretado» o «atar fuerte», esta técnica va muy de la mano con el Shibari, por eso es que se suele confundir y puedes llegar a creer que es lo mismo, sin embargo, esta suele ser más artística, en la que se refleja belleza manejando el cuerpo a través de cuerdas y se enfoca principalmente en dar placer por medio de la presión que ejercen las cuerdas sobre ciertas partes del cuerpo.

Mientras tanto en América...
Un fotógrafo destinado a convertirse en un referente de la fotografía erótica y de bondage estaba dando sus primeros pasos en occidente. John Coults, conocido bajo el seudónimo John Willie. En los 1920, John Willie vivía en Australia donde era miembro de un club muy especial y reservado «El club del taco aguja» donde comenzó a vender fotos para fetichistas del calzado.
Al final de la Segunda Guerra, John Willie se mudo a Nueva York donde continuó su actividad como fotógrafo y comenzó a publicar una famosa revista de fetichismo de la época «Bizarre». En esos años, Charles Moulton creó el personaje de la Mujer Maravilla, originalmente muy influenciado por el mundo del fetichismo y el BDSM.

Las revistas
En el periodo de la posguerra en Japón nacieron nuevas revistas dedicadas a historias «particulares»: desde horror a ciencia ficción, desde humor a erotismo. Fueron llamadas «kasutori-shi» o «revistas de bajo nivel» («kasutori» indica un licor de bajo valor) y consisten principalmente en historias cortas con algunas fotos e ilustraciones. Una de las más famosas fue la «Revista Kitan Club» («Kitan» significa «historia misteriosa») fundada en 1947. En los primeros años, eran bastante raras las fotos e ilustraciones con ataduras pero desde la segunda parte de 1952 se ve un decisivo cambio editorial. Minomura Kou, el editor de la revista publico una ilustración con «diez posiciones para atar a una mujer».
Por ejemplo, en 1952 se publica en la revista «Fuzoku soshi» un artículo extenso con texto e ilustraciones titulado «Quince maneras de atar el cuerpo de una mujer».Las ataduras de este periodo eran de una técnica muy simple. Utilizan diversos materiales, a veces tienen influencia del hojojutsu, pero en muchas ilustraciones y fotos también podemos ver estructuras y elementos técnicos que serán desarrollados en décadas futuras hasta la actualidad, como el uso de bandas de cuerda para darle más apoyo al cuerpo, algunos arneses etc. Cabe destacar que en estas revistas se publicaron también, usualmente sin pedir permiso, algunas imágenes sacadas de revistas contemporáneas Americanas. En Estados Unidos, John Willie comenzó a publicar «Bizarre» donde otro fotógrafo famoso también colaboraba, Irving Klaaw, reconocido sobre todo por sus fotos eróticas de Bettie Page.

Los Sesentas y Setentas
A pesar de algunas acciones de censura, el interés en el bondage y el sadomasoquismo tiene un alcance cada vez más extenso en Japón, tanto que aparecen otras revistas, en color y llenas de fotografías orientadas solamente a los aspectos sexuales, con circulaciones de miles de números. En sus páginas se pueden ver fotos de suspensiones, gracias también a los desarrollos técnicos de maestros como Tsujimura Takashi y Osada Eikichi. La primer performance de bondage en público es probablemente la que lleva a cabo Osada Eikichi en 1965 en el cuarto de ensayo de una troupe de baile en Tokyo donde un centenar de personas se agolparon para ver en vivo algo que hasta ahora era solo una imagen de revista para ellos.
En los setenta también comenzó la producción de los llamados «pinku eiga» («películas rosa»), filmes eróticos usualmente repletos de escenas de bondage y sadomasoquismo. Uno de los más famosos es «Hana to Ebi» («La Flor y la Serpiente», 1974) basada en una historia de Dan Oniroku serializada en Kitan Club muchos años antes. La película resulta un gran éxito incluso fuera de los círculos de fans especializados. Las ataduras en esta película están a cargo de Urato Hiroshi, también el autor del primer libro dedicado a técnicas de bondage: «SM play: You Can PLay SM» (1972) («Juego SM: Tu puedes jugar al SM», el titulo en ingles es el original). Incluso en Estados Unidos, y a pesar de la censura las revistas y publicaciones llegaron a su más grande circulación y nuevos artistas comenzaron sus carreras, incluyendo a Eric Stanton, famoso por sus cómics fetichistas.

Los Ochenta y Noventas
Las publicaciones dedicadas al bondage ahora están muy difundidas gracias al trabajo de algunos nuevos artistas; Sugiura Norio, que hasta ahora había sido un asistente en varios «pinku eiga» se da a conocer como fotógrafo, gracias también a una feliz asociación con Nureki Chimuo. En estos años, Yukimura Haruki deja el mundo de la fotografía y rápidamente se convierte en un reconocido Kinbakushi trabajando inicialmente en su mayor parte para la revista «SM Sniper».
Dos otros jóvenes artistas dan sus primeros pasos en estos años: Marai Masato y Naka Akira, ambos estudiantes de Nureki. Estas décadas también son los años en los que se producen los primeros VHS dedicados al bondage, también conteniendo tutoriales en video. Chimuo Nureki hace varios videos de este tipo. En estos años emerge Denki Akechi trabajando en algunos clubes de Tokio y apareciendo en numerosos espectáculos, libros, videos e incluso programas de televisión. Denki Akechi se vuelve el más famoso debido a sus arriesgados espectáculos y contribuye al desarrollo técnico experimentando con varias soluciones técnicas.
Denki Akechi es también el primer nawashi que viaja a Europa a presentar el bondage japonés. En Italia, probablemente el primero en hacer conocido el bondage (en estilo occidental) gracias a su sitio web, y posteriormente sus cursos es DrFatso.

Del 2000 al dia de hoy
Se esparce una nueva generación de artistas en los primeros años del nuevo milenio, como Kazami Ranki, Kinoko Hajime, Nawashi Kanna. En estos años se publicaron en Estados Unidos algunos libros educativos que hicieron al bondage algo un poco más corriente, como los de Two Knotty Boys, Douglas Kent, Midori, etc. Incluso en Europa el bondage comienza a ser más conocido y también practicado profesionalmente por artistas como Esinem, Peter Slemrian, Ropemarks, etc. Se publican algunos DVD con tutoriales y se organizan los primeros festivales internacionales (como el Festival del arte de bondage Japonés de Londres).
Los viajes de los maestros japoneses al occidente se vuelven más y más frecuentes, promoviendo un desarrollo progresivo de las técnicas y conocimiento en general de esta práctica también en el occidente. Por ultimo para que lo tengas mas claro, el Bondage busca restringir el movimiento, el Shibari busca llegar al placer por medio de las ataduras y por último, Kinbaku busca el placer por medio de la presión de cuerdas en ciertas partes del cuerpo.
Tanto el Shibari como el Kimbaku, solo usan cuerdas de fibras naturales como el yute o cáñamo, en cambio el bondage puedes utilizar cualquier cosa para inmovilizar.

La práctica sexual del bondage en el cine, películas que tienes que ver
El juego de Gerald: Esta adaptación de la novela de Stephen King narra una historia de esclavitud sexual y BDSM, pero que, muy en el estilo del autor, sale mal. La historia transcurre cuando Jessie y Gerald, una pareja de esposos, deciden tomarse unas vacaciones en una cabaña alejada de la civilización. En un afán de exploración, deciden poner en práctica la técnica del Bondage, amarrando a Jessie a la cama, qué podría salir mal, ¿no?. El problema ocurre cuando en este contexto, Gerald sufre un ataque cardiaco y muere, dejando a su esposa encadenada.

La secretaria: En este film de Steven Shainberg, el tema del sadomasoquismo viene despojado de la acostumbrada lección moral. Si el sistema capitalista queda rápidamente ridiculizado en la relación empleada-empleador (una metáfora que podría considerarse burda aunque no carece de vigencia), el director no hará hincapié en este aspecto.

Bonding: Una serie original de Netflix que tiene dos temporadas en streaming, cuenta la historia de Tiff, una estudiante de psicología que trabaja de noche como Dominatrix bajo el nombre de Mistress May. En medio de su trabajo conoce a Peter, su asistente quien trabaja como mesero y sufre de pánico escénico, pero sueña en convertirse en comediante de stand-up; debido a que necesita dinero se pone a las órdenes de Mistress May y adopta el nombre de Master Carter. Trabajando a tiempo completo en las prácticas sexuales y bongande. El bondage no es lo mismo que el sadomasoquismo. Es una práctica amiga, pero no es lo mismo.

Como diría el Marques de Sade: Permítanos entregarnos indiscriminadamente a todo lo que sugieren nuestras pasiones, y siempre seremos felices … La conciencia no es la voz de la Naturaleza sino sólo la voz del prejuicio.
Texto por Valeria Guerrero Bas.
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