Una biblioteca con sistema de honor
Escrito por Hortensia Carrasco Santos el 10/04/2023
Hace tiempo, mi esposo trabajó en la oficina de Comunicación Social de la Central de Abasto, también conocida como CEDA, me contaba de algunas cosas que sucedían en el ir y venir cotidiano de ese gran mercado; algunas terribles, otras increíbles y las más, eran sobre el barullo y encanto de los pasillos donde lo mismo transitan diableros, comerciantes, bodegueros o amas de casa que van en busca del mandado a bajo costo.
De las cosas increíbles que me contó, una llamó mi atención de inmediato: en el pasillo IJ bodega 3, donde se oferta fruta de todo tipo, se ubica la biblioteca Gregorio Samsa. Sí, me sorprendió que, entre frutas, verduras, hortalizas, abarrotes, cárnicos y demás giros comerciales, el corazón de una biblioteca latiera profundo, como si cada libro fuera una arteria de fluir constante.
Tardé un tiempo para visitar la Central de Abasto e ir en búsqueda de los autores de tan noble proyecto. Aunque sabía de su existencia no fue sino en este mes de marzo de 2023 que me decidí a conocerla, así que llegué a la CEDA y conocí a dos de los hermanos Tentle.
Con quien tuve oportunidad de Charlar fue con Carlos Tentle, él me platicó del origen de la biblioteca. Dice que, en un día de 2016, una asidua clienta de nombre Lorena propuso a Gregorio Tentle, quien en ese tiempo atendía la bodega, que iniciara una biblioteca y que ella haría las primeras donaciones. A Gregorio le gusto la idea y entre él y Lorena la bautizaron con el nombre de uno de los personajes de Franz Kafka: Gregorio Samsa.
Este proyecto funciona por las donaciones de los clientes y claro funciona porque los hermanos Tentle que son: Verónica, Luis, Gregorio y Carlos son buenos lectores. Al principio comenzaron con 150 libros, ahora la biblioteca cuenta con más de 2 mil libros y lo mejor es que el sistema de préstamo es de honor, es decir, el usuario debe llenar una hoja que viene en el libro elegido, no tiene que dejar nada en prenda y sólo se compromete a entregarlo en un lapso de 10 días.
Sin embargo, dice Carlos Tentle que sólo el 40 por ciento de los clientes devuelve el libro, el otro 60 por ciento se los queda, “aunque eso es lo de menos, el propósito es que la gente lea”.
Como toda buena biblioteca, ésta cuenta con un acervo de literatura infantil, novela, cuento, historia, derecho, poesía, libros de política, entre otros. Al echar un vistazo a los títulos que los hermanos Tentle tienen en su bodega, vi el de Las mujeres de Peña Nieto de Alberto Tavira, otro fue El país del agua de Graham Swift y El Buda de los suburbios de Kireishi.
Además, el espacio está a disposición de aquellos autores que deseen realizar una presentación de libro, un recital o un conversatorio. Carlos refiere que antes de la Pandemia, tuvieron lugar muchas presentaciones de libro y ahora que ya poco a poco se retoma la normalidad, se están realizando de nuevo estas actividades.
Sin duda, lo que me llevó al extremo de la emoción y de creer más en la fuerza del lenguaje, fue encontrarme con uno de una autora a la que admiro y quiero mucho, en serio, no cabía de contenta al ver entre todas esas obras, el título El Rey Nayarit, de la maestra, poeta y narradora Queta Navagómez, a quien en días recientes se le rindió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, por su trayectoria literaria. Por supuesto que solicité el préstamo y ahora sólo tengo que cumplir la devolución como lo dicta el sistema de honor.