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Un breve acercamiento al Primero sueño de Sor Juana

Escrito por el 18/08/2025

Primero sueño de Sor Juana es un poema que habla de los sentidos del alma. Octavio Paz señala que su discurso es un «discurso sobre la realidad vista no por los sentidos, sino por el alma». Pero, ¿cuál es la propuesta esencial del poema como composición sobre la creación del universo y el ser humano dentro de él? Para responder, es necesario comprender de qué trata el poema. Y cuando digo «comprender», parece sencillo; sin embargo, dado que Sor Juana estuvo influida por el gongorismo, el poema presenta un «uso reiterado del hipérbaton, que invierte el orden normal de la frase procurando ajustarla al patrón del latín» [Paz, 435]. Además, las metáforas empleadas, según Paz, fueron creadas «para ser más pensadas que vistas», para «reproducir una realidad que no es visible».

Antes de adentrarnos en el poema, es crucial señalar que el universo que describe Sor Juana no es el universo moderno que conocemos hoy, sino el «universo fino de la astronomía ptolemaica» [Paz, 433]. Recordemos que, para Ptolomeo, la Tierra era el centro del universo, el modelo geocéntrico. Así, el primer orbe, o esfera que giraba alrededor de la Tierra, era la Luna. Los orbes supralunares correspondían a los demás planetas, hasta Saturno, y finalmente las estrellas fijas en el firmamento. Paz lo explica así: «La Tierra estaba en el centro, rodeada de siete planetas, de la Luna a Saturno; más allá, el firmamento de las estrellas fijas y el empíreo con el Primer Motor. Un universo finito, con límites bien trazados y con un centro». Aunque en la época de nuestra poeta ya circulaban las teorías de Copérnico, Galileo y Kepler, debemos recordar que ésta era la concepción predominante en el Siglo de Oro y que, además, en la Nueva España había un atraso en la adopción de estos descubrimientos. Probablemente, por «el temor ante las acusaciones de heterodoxia […] Sor Juana se situó dentro del paradigma antiguo, sin hacer oídos a las nuevas teorías cosmográficas» [Puente-Herrera, 136].

En este sentido, hay dos aspectos fundamentales que comprender. Primero, que el poema relata un viaje del alma a través del universo; y segundo, que este universo es el ptolemaico. Por ello, una vez que el alma se separa del cuerpo, emprende su travesía por este cosmos. Como señala Eggensperger, el poema trata del alma, pero antes, el alma debe liberarse del cuerpo. Eggensperger lo describe así:

El cuerpo duerme y el alma vaga en las esferas supralunares. Comienza con la descripción de la noche: obeliscos se elevan a las alturas y tienden hacia las estrellas. Solamente se escucha el cantar de los pájaros. Todo descansa, incluso los elementos de la naturaleza —agua, tierra y aire—. El sueño ha vencido también a la esencia vital. Más exactamente: el cuerpo es el que descansa, y sus órganos acompañan al sueño: el corazón deja circular la sangre, los pulmones procuran al cuerpo aire fresco, y el estómago mantiene el cuerpo caliente (una opinión muy extendida en aquel tiempo) [Eggensperger].

Así inicia el poema: la noche asciende, el cuerpo y las aves nocturnas caen en el sueño. Y en ese estado de reposo, el cuerpo permite al alma escapar de él, como si, por un instante, estuviera muerto. Eggensperger afirma que, mientras el cuerpo duerme, el alma permanece despierta, y este es el núcleo del poema: «Se trata del alma que, separada del cuerpo, se mueve en determinadas esferas de dimensiones insospechadas» [Eggensperger].

Ahora bien, ¿qué lugar ocupa el ser humano en este universo? Según Paz, el alma, o el Intelecto, «se contemplaba como una centella del Alto Ser». Es decir, el alma se refleja momentáneamente en Dios. Pero no se trata del Dios cristiano, aclara Paz, sino de un dios cercano al deísmo racionalista:

La poetisa habla del Alto Ser, de la Primera Causa o del Autor del mundo, nunca de Dios Padre, del Salvador o de Jesús. Tampoco dice que el alma ha sido creada por Dios, sino que es una «centella», una chispa del fuego divino [Paz, 450].

Así, el alma, o el Intelecto, anhela contemplarse en ese Alto Ser, comprender todo desde ese lugar más allá del firmamento: «El alma de Primero sueño no aspira a unirse a Dios como persona, sino que quiere, a la manera platónica, conocerlo y contemplarlo como Alto Ser y Primera Causa» [Paz, 450]. Sin embargo, ese entendimiento resulta casi imposible. En un pasaje del poema, se describe esta incapacidad como navegar «en las neutralidades de un mar asombroso». El ser humano está condenado a no entenderlo todo, y este es un punto crucial sobre su lugar en el universo.

el hombre, digo, en fin, mayor portento
que discurre el humano entendimiento;
compendio que absoluto
parece al ángel, a la planta, al bruto;
cuya altiva bajeza
toda participó naturaleza.

El hombre es esa «altiva bajeza» en la que toda la naturaleza participó.

Si Dios es la circunferencia cuyo centro está en todas partes, el hombre es el punto de convergencia de la creación, el eslabón entre las criaturas mortales y los espíritus inmortales, compendio absoluto: «el ángel, la planta y el bruto». Es una «altiva bajeza» que toca al cielo con la frente pero a la que «el polvo sella» la boca. Criatura doble y contradictoria que se parece al águila de Patmos, «que las estrellas midió y el suelo», o a la estatua de Nabucodonosor, cuya frente era de oro y los pies de barro [Paz, 454].

Al final, el poema se refleja en Sor Juana misma. Ella, como el alma en su viaje, anhela conocerlo todo, pero en su época, por ser mujer, esa posibilidad le estaba vedada, salvo en el encierro del claustro. Un sacrificio que, sin embargo, valía la pena: intentarlo, aunque el intento terminará en fracaso. Como Faetón, ella también se arriesga.

bibliografia

Puente-Herrera Macías: Poner bellezas en mi entendimiento: Sor Juana Inés de la Cruz y el Primero sueño”. (Tesis doctoral inédita). Universidad de Sevilla, Sevilla. (digital) Web 09 junio 2022 <http://hdl.handle.net/11441/33757>

Paz, Octavio: “Primero sueño”, en México en la obra de Octavio Paz. Sor Juana Inés de la Cruz. Vol. V. México: FCE, 1994, pp 430-466.Impreso

Eggensperger, Thomas: “Primer Sueño. Implicaciones filosóficas” Actas del V Congreso Internacional de la Asociación Internacional Siglo de Oro (AISO): Münster 20-24 de julio de 1999 / coord. por Christoph Strosetzki, 2001, (digital) Web 09 junio 2022 <https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=598523>

Del Cruz, sor Juana: Primero sueño. Edición, introducción, instrucciones y notas por Alejandro Soriano Valles (digital) Web 07 junio 2022 <https://patrimonioyserviciosc.edomex.gob.mx/libros-formato-digital>