La Jornada Electoral es decadente

Escrito por Javier Lether el 03/06/2024

El frío se fundió con el calor ciudadano; la democracia comienza con la voluntad de querer un mejor México, según algunos y para otros, todo se resume en las promociones de un café gratis o una entrada a Cinépolis 4×1 por cien pesos.

Largas filas acorralaron las casillas de todo el país, bajo un soleado cielo que incitó a la cólera colectiva.

Incluso en la jornada electoral las personas no se presentaron a trabajar, pues es la mejor tradición mexicana; quejarse de no haya trabajo y no trabar cuando lo hay. El futuro de México; los jóvenes que votaron por primera vez anularon su voto al escribir Dany Flow en sus papeletas, lo único que importa es tener el dedo manchado. Y en el fondo, bajo las sombras, mirando como Halcones, algunos están dispuestos a comprar votos por $600; llevarte a un departamento y todo el mundo lo sabe.

Conviven tranquilos, a unos metros se encuentra la policía y se saludan a lo lejos.

En el Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei inició la ceremonia cívica de Izamiento de bandera y entonación del himno nacional, es el canto de los ángeles, es la señal del inicio del fin; así lo dijo Séneca: “Cada nuevo comienzo viene del final de otro comienzo».

Ataques con armas de fuego en Tijuana, helados gratis en las plazas comerciales, y alcaldías como Cuauhtémoc, con solo mil boletas que dejaron a ciudadanos sin votar; todo es un llamado a cambiar las cosas, el poder está en las manos de los mexicanos. La vida es un juego que está atascado en un bugueo.

Las luces moradas se apoderaron del INE mientras el viento cobraba vida sobre Tlalpan. Todos los medios a la expectativa de ver ganar a algún partido político de preferencia como si fuera el Derby de Kentucky o un partido de fútbol.

Periodistas estrechando sus manos, al mismo tiempo que se daban noticias en vivo, otros se encerraban en el comedor. Se arrojaron resultados durante toda la jornada electoral, hasta que el último reportero aguantara de pie. Todos tenían ese sentimiento, como si su padre o su perro hubieran muerto… Los dados fueron lanzados, la plaga viene desde Iztapalapa hasta Polanco; Claudia Sheinbaum es la nueva presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, se apagan las luces y se baja el telón. La huida al Zócalo Capitalino comenzó.

La macrosala de prensa se empieza a enfriar y no por el clima sino por el estado anímico de la emoción, algunos reporteros se abrazan con condolencia y otros hacen palpitar a su corazón recurriendo al café y el tabaco, su corazón funciona mejor así.

Se liberan las palomas para algunos y los barcos se hunden para otros, sin duda es la señal de una guerra terminó y sólo nos queda dejarle al destino las riendas de nuestras vidas mexicanas.