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El Coloquio Internacional de Poesía y Filosofía entrevista a escritores: Lucía Cupertino

Escrito por el 08/07/2025

Invencible Magazine y El Coloquio Internacional de Poesía y Filosofía, se unen en una colaboración especial

Desde la cuarta edición realizada en 2024, hemos sido el medio independiente por el cual se ha transmitido las mesas virtuales del Coloquio Internacional de Poesía y Filosofía junto a instituciones como FCE, UNAM, IPN, entre otras. Nos sentimos muy emocionados de poder compartir con todos nuestros lectores, una serie de colaboraciones con respecto a la quinta edición de este proyecto creado y dirigido por el escritor mexicano Ulises Paniagua. En los próximos meses disfrutarán de entrevistas, artículos, traducciones, retransmisiones, poemas que darán un panorama de la literatura actual y los temas que están formando a las nuevas generaciones de escritores y lectores. Vamos rumbo a la nueva edición de este magno evento que reúne a grandes poetas y filósofos contemporáneos. Un espacio para hablar y presentar obra poética, ensayos filosóficos y literarios, así como reflexiones en torno a la cultura y el arte, exposiciones, así como shows musicales de artistas mexicanos.

Comenzamos con esta serie de entrevistas hechas por el director del Coloquio el Dr. Ulises Paniagua a escritores que participaron en ediciones pasadas, acerca de su perspectiva sobre la poesía, la filosofía y la relación entre ambas disciplinas, así como su quehacer ante los eventos del mundo contemporáneo. Te invitamos a leer y recuerda “Sensibilidad el Pensamiento”:

LUCIA CUPERTINO (1986, Polignano a Mare, Italia).

Poeta, cuentista, traductora y antropóloga cultural. Escribe en italiano y español.
Ha publicado: Mar di Tasman (Isola, Bologna, 2014), la antología poética Non ha tetto la mia casa / No tiene techo mi casa (Casa de poesía, San José, 2016), el libro de cuentos I rituali dell’addio (L’erudita, Roma, 2023) y la obra poética bilingüe Dall’altra parte di una cicatrice / Al otro lado de una cicatriz (Seri editore, Macerata, 2024). Parte de su trabajo poético y narrativo ha sido traducido al inglés, chino, bengalí, polaco y albanés. Cofundadora de la revista en línea La macchina sognante. Traductora de poesía latinoamericana.

Ulises Paniagua: Lo primero que quiero preguntar, es: ¿tienes un concepto definido de lo que es la poesía?, ¿has logrado hacerte de una definición propia a través de leerla y escribirla?

Lucía Cupertino: La poesía es búsqueda permanente, asombro, descubrimiento, extravío y luz, es algo en permanente movimiento, se escapa a las definiciones cerradas y por eso seguimos haciéndonos esta pregunta. La poesía se encarna en el poema, fragmento de su inmensidad, a ese nivel podemos abarcar lo poético con más facilidad, trabajar, pulir, leer y empezar a tejer un poemario, por ejemplo, que al fin y al cabo es el reflejo de lo que ha sido durante un tiempo la definición provisional de poesía de su autor/a.     

Ahora mismo para mí la poesía es resonancia y resistencia. Sin resonancia con las cosas que nos rodean no hay vibración, no hay sentir y la poesía no puede surgir. Sin resistencia ese primer impulso vital no llegaría a más porque el mundo racional nos dice que la poesía es inútil, pero el o la poeta viaja en otra dimensión, es de cierta manera un visionario a quien muy pocos escuchan. Es resonancia y resistencia en su acto creativo, pero también en la materia elegida (lo marginal, la memoria, lo callado, por ejemplo) y en el trabajo lingüístico, rítmico y musical que desarrolla. Para mí hoy la poesía es una planta de alcaparra luchando, creciendo en la roca, con el viento marino en contra y sus frutos y flores brotando en abundancia.

Ulises: ¿Esa concepción fue diferente en algún momento? Es decir, ¿tuviste algún criterio distinto al respecto de la poesía en otra época de tu vida?

Lucía: Claro que sí, fue evolucionando conmigo y creo que hay que volver a la infancia para encontrar una definición de poesía que sin embargo derivaba del mundo escolar, se trataba de algo mediado y no una relación directa con lo poético. En ese entonces y durante un tiempo me presentaron la poesía como un género literario noble pero en decadencia, una serie de rebuscadas figuras retóricas y metros, algo algébrico casi, diría. No fue en la escuela que me enamoré de la poesía, fue más tarde con un pequeño grupo de lectura de jóvenes estudiantes universitarios, en esa etapa me pareció cierto lo que decía Federico García Lorca: que la poesía no busca seguidores, busca amantes. Volver a aprender enteros poemas clásicos de memoría, volver a escribirlos con mi propia letra fue primariamente una manera de resetear mi relación con la poesía, haciéndola más mía porqué fui desprendiéndome de estructuras hechas, regresando a ver con ojos de niña y volviéndome buscadora. Luego vinieros otras fases, pero los dos elementos que cambiaron permanentemente mi visión fueron: el bilingüismo, o sea manejar además de mi idioma materno (el italiano) también el español como idioma para comunicarme y de a poco para crear poesía y descubrir nuevamente las palabras, su sonido y su poder; por otro lado mi acercamiento a las teorias y a las prácticas de la antropología cultural que me ayudaron a despojarme de cierto eurocentrismo y a ver la palabra literaria también como medio de denuncia y testimonio. La experiencia de vivir varios años en América del sur y en otros Países me hizo un sujeto nómade, quizás cercano a lo describe la filósofa Rosi Braidotti y la poesía fue brotando de esos territorios fronterizos de la vivencia cotidiana y metafísica.

Ulises: ¿Crees que exista una relación cercana, profunda, entre poesía y filosofía, o consideras que no tienen liga alguna?

Lucía: En algunos mitos se habla del sol y de la luna como hermanas, por eso a nivel simbólico representan a menudo las dos caras de la realidad. Quizás la poesía y la filosofía sean un poco como el sol y la luna, hermanas distintas y complementarias, la una no existe sin la otra y hay momentos en los cuales la diferencia parezca tan tajante y otros, como el amanecer y la puesta de sol, en los cuales algunos de sus rasgos se puedan mezclan y fusionar. Ambas activan un proceso de búsqueda del sentido de la realidad, pero en distintos planos y con resultados distintos: la poesía acepta su heterogeneidad, su fragmentariedad y es un hundirse en el lenguaje para explorarlo y llevarlo a sus extremos límites y de allí sacar algún descubrimiento, mientras la filosofía busca una unidad más amplia y despliega una metodología que la guía de una manera más “científica” y el lenguaje da cuenta de ese nuevo orden de las cosas que se va destapando. Algo así lo relata mucho mejor que yo María Zambrano en su Filosofía y poesía poniendo en evidencia, como decía antes, también los puntos de contacto y de superposición entre las dos. En lo personal agregaría también a la antropología como una forma de filosofía cuando desde una perspectiva más social intenta rescatar cosmovisiones y miradas colectivas que perduran en el tiempo y conforman la diversidad de las culturas en su fluidez y proceso de cambio.

Ulises: ¿Piensas que existen poetas, que hayas leído, que logren un verdadero planteamiento filosófico en alguno de sus textos? ¿De qué forma lo hacen?

Lucía: En su diario “El oficio de vivir”, Cesare Pavese anota: “La admiración por un gran pasaje de poesía nunca se debe a su asombrosa habilidad, sino a la novedad del descubrimiento que contiene”. En ese sentido quizás los y las mejores poetas, clásicos y contemporáneos, nos cautivan por su capacidad de mover algo que va mucho más allá del mero verso, nos ponen en el medio de una revelación o de un nuevo planteamiento o logran que su visión individual de las cosas se vuelva universal y por ende compartida, que es quizás lo que pasa cuando leemos poesía y se activan unos cortocircuitos heurísticos y nos parece haber descubierto un verdadero tesoro. No quisiera armar un listado de poetas porque sería siempre incompleto pero quizás mencionaría a Leopardi, Montale, Ungaretti así como Darwish, Borges y la poesía del Cono Sur.

Uilses: ¿Consideras que existen filósofas o filósofos, que hayas estudiado, que logren un grado poético en algunos de sus párrafos o sus ideas? ¿De qué modo?

Lucía:“Al modo de la semilla se esconde la palabra. Como una raíz cuando germina que, todo lo mas, alza la tierra levemente, más revelándola como corteza. La raíz escondida, y aun la semilla perdida, hacen sentir lo que las cubre como una corteza que ha de ser atravesada. Y hay así en estos campos una pulsación de vida, una onda que avisa y una cierta amenaza de que algo, o alguien, está al venir.” Si este pasaje de Claros del bosque de María Zambrano no es filosofía desplegada en forma de prosa poética, ¿qué es? Lo es por la manera en la que está escrito y por los planteamientos de la filósofa española que quizás desde su destierro y extraterritorialidad logra ver más y acuña el concepto de razón poética, una razón nueva que surge de las entrañas.

Una lectura reveladora ha sido también La revolución de una brizna de paja del japonés Masanobu Fukuoka, se trata de un libro de agricultura natural pero tiene algo poético en su manera de trazar una nueva forma de relacionarnos con la tierra, sin explotarla, sino amándola, escuchándola y en ese sentido no es extraño que, como afirma Fukuoka, antes los campesinos escribieran simples poemas dedicados a su labor en los campos.

Ulises: ¿Piensas que exista la poesía más allá de la palabra, o es un asunto exclusivamente escrito?

Lucía: La poesía existe antes de la palabra pero es a través de ella que se manifiesta ese misterio, ese descubrimiento, ese asombro que primariamente nos entregó a través de la resonancia con lo que rodea nuestra vida y nuestro tiempo histórico. La poesía es ese instante en el que todo por un segundo se detiene y alcanza una nueva significación. Empieza por una intuición, una luz que alumbra de otra forma las cosas cotidianas y que sin embargo nos pide luego un trabajo más profundo para que esa visión se vuelva poema. En ese sentido, es una especie de estado poético, un portal que nos aleja del frenesí en el que estamos inmersos y nos lleva a dibujar un nuevo mapa de la realidad.

Ulises: ¿Cómo contemplas el estado del mundo actual y cómo pinta el futuro para los tuyos y el planeta, según tus ojos?

Lucía: Vivimos en tiempos bastante complicados, rodeados de guerras aparentemente lejanas y opulencia y consumismo cotidianos pero la humanidad, la tierra y su naturaleza en general están una profunda crisis por el fuerte impacto del ser humano en las dinámicas del planeta. Vivimos en pleno antropoceno y tengo la sensación que a nivel micro haya mucha más conciencia de las graves consecuencias que a nivel macro, donde vemos una verdadera ceguera con tal de defender intereses propios. Bailamos al borde un volcán. En lo personal, a pesar de todo eso, sigo teniendo esperanza, aunque quizás no desesfrenada como hace algunos años: más que un ciego optimismo es una brújula para no olvidar que el rumbo no está totalmente perdido.

Ulises: ¿Crees que poetas y filósofos deben contribuir a la construcción de un futuro mejor, sin una obligación propiamente, o no tienen ninguna relación con ello? Si la respuesta es sí, ¿de qué forma pueden hacerlo?

Lucía: Tener un impacto positivo es una responsabilidad y a la vez debería ser un llamado, en ese sentido es tarea de todos, no solo poetas y filósofos, intentar aportar desde nuestras trincheras y especialmente en el ámbito educativo que es donde pueden brotar nuevas semillas y nuevos sentires.

Ulises: ¿La poesía y la filosofía se encuentran, en tu opinión, en el día a día? Si es así, ¿de qué forma lo hacen?

Lucía: Primariamente en la naturaleza, en su belleza y en su sufrimiento, reconocer que somos parte de ella y a veces no logramos escucharla y observarla. Sentir la exuberancia, la lucha y la magia de la primavera en sus retoños y colores, llorar los desastres ecológicos como si estuviera quemándonos la casa…eso es vivir en poesía y quizás luego, estructuando algunas hipótesis, en filosofía. Es también sentir las injusticias de nuestro tiempo histórico, su uróboros y eterno retorno, nuestra forma de no ser cómplices y hacer uso de la palabra para denunciar. No hay nada que no sea potencialmente poético y filosófico; bueno, en realidad, la indiferencia, el cinismo, la discriminación y el odio no son buena materia pero pueden ser una clara advertencia de lo que no es vivir en poesía y en filosofía.

Ulises: ¿Quieres compartir un mensaje poético o filosófico para el futuro próximo? 

Lucía: Perdí a dos familiares en dos días y me quedé pensando que al final de este viaje terrenal somos lo que los demás van a recordar de nosotros, yoismo y materialidad desvanecen: sembremos en la vida para que nos recuerden bien.