Revoluciones urbanas

Escrito por Cole Tirado el 28/06/2024

El otro día leyendo un artículo, según yo para agriculturizarme, salió entre comillas tres palabras “LOS POBRES URBANOS” una oración con una dura visibilidad de realidades, un nudo en la garganta, ojos llorosos por el smog y una tarjeta de movilidad con diez baros entre los dedos.

No recuerdo cuando fue la primera vez que vi un niño chemo fuera del metro de la Mocte, era tan común acá en mi colonia; mientras yo iba agarrada de la mano de mi jefa los chamacos olían a Resistol 5000 y barrían las banquetas de los puestos de comida.

Entrando a la adolescencia, una hizo más conciencia de la fragmentación urbana, entonces sabemos de la existencia de tribus urbanas, policías y civiles, clase baja, clase media, clase alta, etcétera. Todo es un revoltijo de filosofías, ideologías, pensamientos y jodides, Revolución urbana.

Para esta ñera esa Revolución urbana se representa con pies descalzos y cascabeles en los tobillos, huaraches en los pies de los estudiantes de Ayotzinapa, botas, espinilleras, rodilleras, cascos y escudos de los “granalocos”, hombres con el dorso desnudo y paliacates cubriendo su rostro.

Pocas costumbres y rituales han sobrevivido a este revoltoso y violento cambio social y económico, prendemos veladoras e inciensos pa´seguir adelante.

Marginados por ser punketos, señalados por la facha y los pelos en punta, la anarquía se fue al carajo y solo está la represión por las fuerzas públicas.

Suspiros del Che Guevara quedan en las boinas de los carnales que soñaron en derrocar al capitalismo y que ahora sin ello pues no tragamos.

Las Revoluciones son diferentes en cada ñera, en cada ñero, en cada cabeza suena diferente el grito de guerra, mi filosofía de revolución dejará a un cabrón con penacho y taparrabo mirando a las multitudes y a la torre Latino en la calle Madero.