Nikolai Kantchev, el gran poeta búlgaro
Escrito por Roberto Lizarraga el 03/08/2024
Nikolaï Kantchev (Bulgaria 1936)
Poeta búlgaro, reconocido como uno de los más grandes de su país, nació en el norte de Bulgaria en 1936 y se formó en la Universidad de Sofía.
Su obra se centra en lo universal a partir de todo tipo de situaciones y diversas referencias culturales, explorando todos los registros del lenguaje. Kantchev hizo uso de recursos como ambigüedades sintácticas y largas líneas en las que se aproximaba a la parábola.
Algunas de sus obras traducidas a varios idiomas son: Como un grano de mostaza (1968), Mensaje de un transeúnte (1980), Confío en la calina (1981), entre otros.
Fue también traductor de autores como Yves Bonnefoi, Henri Michaux y Jacques Dupin y es a la vez uno de los autores más traducidos de su país.
Breve selección de poemas para Museo de poesía del Ateneo Secreto. Traducción del francés Roberto Lizárraga:
Equinoccio de Otoño
Puede que haya errado al parir gemelos
ya que en la fragua se fabrica a dos mangas un martillo.
Silencio de vendimias sordas en enjambre.
El reverso de la tierra es rostro al término de la jornada,
pero en el mismo golpe solar está la duda…
El pan del ave es la comida de mi espera.
Simplicidad
Los bárbaros carecían de libros,
más de las estrellas sabían hacer lectura
De pronto un mal espíritu atravesó
la chimenea
y en el patio un zorro daba vueltas
para inducirnos al mareo
¿Acaso el vuelo a otros mundos despegará
el viaje de la Tierra?
En mi memoria el otoño no conservará
su belleza en el recuerdo
En verano segaré mis cosechas de trigo
La pequeña casa del pobre posee pisos
invisibles.
Cinema
Intento hablarte y me detengo
para en silencio contemplarte como
en un paisaje
Nada más lejos que el camino
se esparce en palabras sin palabras.
Más bien que el sol, cabeza inclinada,
somnolienta y que al aire se acomoda
entramos en cualquier parte
pues el mutismo muchas veces se agarró
del corazón a través del cine.
Palabras luminosas
deseo pronunciarte de noche.
Comienzo
El herrero fragua la voluntad del verano
por estar el calor y el frío entre él y la
desfragmentación
Se voltea y su memoria jamás pronunciará
el porqué de la perennidad milenaria
de la piedra
El rayo solar mira hacia afuera del agua
emocionado como si se volcara al cielo
y de súbito empieza todo a unirse
y todo se ilumina
Incluso la blanca parcelita
será más blanca que el níveo.
Aureola
Surge de la nada y en lo más alto descansa
junto a su ímpetu lanza a las milicias
rumbo al sol,
rumbo al sol,
rumbo al sol,
En el eclipse, se habla con franqueza
es en mis más oscuros días, cuando veo
[la aureola.