El señor de la oscuridad Mictlantecuhtli ¿sabrá cómo se ha transformado el camino al Mictlán?
La ciudad de la Gran Tenoch asfaltada siempre guarda secretos, susurros y cuchicheos, los vacíos y silencios están presentes en cada rincón, en cada esquina, en figuras simbólicas de cemento, en cruces con nombres, con fechas, con números que marcan la cantidad de ausentes.
El cempasúchil pronto opacará ese color y ese olor que guía a los difuntos de regreso a sus hogares durante el día de muertos. ¿Cómo encontraran el camino los que no han sido encontrados si se ha marchitado la flor?
Periódicos de nota roja informan de muertitos recientes en los panteones; balazos y chisme fresco de los acontecimientos.
Altares improvisados en las avenidas con cintas amarillas, con cartulinas y fotografías; manifestaciones eternas por justicia. Pintas en las calles que han sobrevivido que no han sido borradas.
Los postes están repletos de carteles rotos a medio arrancar de personas extraviadas, con letras enormes de color rojo de SE BUSCA.
El olvido no existe, las fechas de nacimiento y de transición siempre se recuerdan, las cruces sobre las banquetas son prueba de ello.
¿Cuántos significados tendrá la palabra muerte cuando se le da el sentido de extravío, de morbo y de injusticia?
Columna: Somos la street