Elvira Quintana, una poeta de la pantalla grande
Escrito por Hortensia Carrasco Santos el 21/06/2022
Muchas veces se tiene la idea de que un actor u actriz, o cantante popular, sobre todo si se mueve entre cámaras y reflectores o el glamour de la farándula, solo se dedica a ser un histrión entregado a entretener a las masas, y también muchas veces se cree que una estrella del espectáculo es frívola y no se mueve en otros ámbitos de la cultura, como el literario.
No dudo que hay muchos actores o actrices que escriben poemas, por ejemplo, Dulce María, actriz y cantante juvenil, quien escribió el libro titulado Dulce Amargo, que poco trascendió y cuyo contenido es poesía amorosa, Alix Bauer, ex integrante del grupo musical Timbiriche, también escribió uno, del cual no hay mucha información. Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, escribió un libro de poemas con métrica titulado Y también poesía, incluso el cantante español Joaquín Sabina escribió los libros Ciento Volando y Esta boca es mía.
Sin embargo, me quiero detener en una experiencia que tiene más que ver con el propósito de esta columna, en la que me doy a la tarea de buscar entre depósitos de papel, tendidos y librerías de viejo, libros que cuenten una historia o representen un hallazgo singular.
En marzo de este año, asistí como expositora a una feria del libro, ahí estuvo una mesa donde se vendían libros de viejo y cuyos libreros se hacían llamar El rincón de la chachara, en un apartado, se exhibían libros cuyo precio era de 5 pesos, me puse a buscar, porque la oferta en verdad era muy buena y encontré en ese cúmulo de obras, una que de inmediato llamó mi atención: Poesías de Elvira Quintana.
Yo solo sabía que Elvira Quintana era actriz en películas del cine mexicano, sobre todo del género ranchero, por eso sentí una enorme curiosidad por saber cómo eran sus poemas y de qué hablaban. Adquirí el libro y lo mostré a mi amiga Siboney, que compartía conmigo mesa de exposición, quien comenzó a leerlo y me mostró un poema que después leí con calma y supe que estaba dedicado a su padre.
En la semblanza de la artista, nacida en la provincia de Badajoz, España, se dice que además de actriz de teatro y cine, fue pintora y cantante y que su padre Pedro María Quintana Grajera fue fusilado a principios de la guerra civil española, ese acontecimiento fue plasmado por Quintana en uno de los poemas que conforman el libro.
De acuerdo con la biografía, la actriz era asidua lectora de Federico García Lorca, a quien también le escribe un poema, a propósito de su muerte. La influencia del poeta español es notoria en su escritura, sobre todo en los versos que pertenecen al apartado titulado Poemas andaluces. Y seguro es que no sólo leía a Lorca, sino a otros poetas, porque sus poemas están escritos con riqueza de lenguaje y recursos literarios, los temas que incluye en sus letras tiene que ver con el dolor, la muerte, la guerra, la relación con los otros y desde luego ella misma, con sus temores y angustias:
CIEN ESTUDIANTES LLORAN
Tengo en las manos un amor asesinado
como un pájaro.
¡Vete convertido en sombra
y envuelto en redonda capa
por las oscuras callejas!
El libro fue impreso en 1971, en los talleres de B. COSTA-AMIC, que según los datos se encontraba en la calle de Mesones número 44. Otro dato que llamó mi atención fue que hay una anotación que da a entender que Elvira Quintana escribía los poemas en los ratos libres que tenía durante la filmación de sus películas; además también ocupaba parte de ese tiempo para hacer su dibujos, de hecho varios de éstos aparecen como ilustraciones de su obra.
De ese modo, pienso que lleve a casa un libro que vale mucho la pena, con poesía de altos vuelos y por un precio tan simbólico que casi fue un regalo. Eso me anima a seguir mi recorrido por los depósitos de papel de esta gran ciudad, por que estoy segura que cada día, hay alguien que acude a deshacerse de su biblioteca personal y de ese desecho, algo especial se cruza en mi camino.