El nuevo y rabioso rock mexicano

El Rock se mide en noches. Ya seas músico o fanático vivir el Rocanrol era pasar largas horas nocturnas entre sexo, drogas y Rock & Roll. Aquellas generaciones que hicieron de estos tres elementos su bandera, crecieron en una sociedad que te exigía madurez a corta edad, que cumplieras con las instituciones sociales por excelencia: la familia, la riqueza y la religión. Pero algunos se negaron volviéndose disidentes de toda esa presión, y utilizaron muchos medios para expresar su inconformidad a vivir bajo un establishment que no representaba sus ideales de vida.

Las problemáticas económicas, la segregación, la represión, originaron que los jóvenes buscarán fugarse de esa vida adulta, viviendo de manera marginal, haciendo las tres cosas que más les desagradaba a la sociedad de las buenas costumbres católicas y evangelistas, tener sexo por placer con muchas personas, drogarse probando todas las sustancias de moda y escaparte con los amigos a los bares y clubs donde algunos han usado la música para comunicar esa angustia, esa rebeldía, ese despertar a una realidad que se desmorona.

Vivir el Rock se trataba no sólo de tocar bien o mal, sino de tener una ideología contestataria, de tener un modo de vida diferente, fuera de las oficinas y las iglesias. Siendo autogestivo o utilizando a las disqueras a su favor para sus intereses artísticos. Esto se había estado perdiendo hasta ahora…

Crónica rockera

Camino en soledad por una arteria de la ciudad, con mi chamarra de piel negra y mis jean de mezclilla y mi playera de Tool. Entro en la estación del metro más cercano que es subterráneo, así voy bajo la primera piel del asfalto, tome un asiento y me dispuse a mirar la ventana hasta llegar a la estación donde el transborde terminará cerca del corazón de esta urbe.

Tomé la calle Tacuba entre tiendas encendidas y vendedores que te ofrecen anteojos y lentes de sol. Giré en República de Chile y al llegar a Donceles volví a dar vuelta rumbo al Zócalo ahí en el número 64 de la histórica vía de los viejos libros, se encuentra el templo que le ha abierto las puertas a la escena mexicana desde hace unos años: Rabioso, parte de la pizzería del Perro Negro, el diseño del lugar, segur su fundador Tino, está inspirado en los bowls californianos con restaurante de hamburguesas y pizzas y una alberca con formas circulares para patinar al más puro estilo Skate sin olvidar la música que va desde el rock, pasando por el garaje, stoner, punk hardcore, hasta surf y rap.

La sustancia que te eleva

Entré cuando empezaba a tocar su primera canción el proyecto mexicano La Sustancia Divina, que resonaba aún con algunos ajustes en el audio, pero músicos estaban buscando dar un buen show ante las complejidades, con unos riffs a la pura psicodelia de los 70´s y unas líneas vocales que me recordaron al garaje rock de los 60s y mezclado con el sonido Space Age. Cómo refrescando el sonido Avandaro.  El público estaba en sintonía y parecía que conocía más de una de las propuestas que sonarán esta noche. Y también había rostros de sorpresa y emoción ante la interpretación de este cuarteto que tiene un material Homónimo que se puede escuchar en las plataformas de streaming. Esperemos nuevo disco de esta banda para reafirmar su persistencia en el revival del rock psicodélico.

Durante el cambio de banda, salí con algunos músicos y conocidos que encontré en el lugar, para fumar un porro y disfrutar con el efecto del cannabis un verdadero espectáculo de rock como ya tenia tiempo no disfrutaba. Ese círculo que se armó fuera del Rabioso estaba conformado por rockeros de la escena, los nuevos promotores de las ideologías musicales nuevas, rebeldes de lo establecido que buscan vivir de lo que más aman que es la música, sin importar que se estén yendo sus mejores años laborales o quizá estudiantiles para hacerse de una carrera universitaria, también hay algunos que si traen sus logros académicos.

Subiendo la montaña del stoner

Sonaron los primeros guitarrazos de Electric Mountain cuando entre de nuevo al Rabioso para escuchar a este power trío de Stoner/Heavy que nos recuerda al buen sonido de los Deftones o Far pero con alargamientos y acordes estridentes del stoner más duro. Sin dejar de lado los arreglos y tintes psicodélicos, un sonido denso con letras en inglés y buenas ejecuciones en la batería. Con dos materiales en su carrera, el homónimo Electric Mountain (2017) y el más reciente Valley Giant (2022).

Mientras el sonido iba llenando el lugar, el efecto del porro me estaba llevando por esta montaña de buen rock, seguro más de uno estaba elevado con este proyecto. Desafortunadamente algo empezó a denotarse con esta segunda banda. Le hace falta mejorar el audio del lugar, en ocasiones las voces se perdían y algunas otras era el bajo o una guitarra. Hasta la tercera canción de la banda podíamos disfrutar de mejor manera su ejecución.

El filo del Rock

Llegaba la tercera propuesta al escenario y esto ya estaba siendo una gran demostración que el rock se está gestando nuevamente desde el underground con las nuevas generaciones que están rescatando las reminiscencias del rock más olvidado de los 60s y 70s. Para muestra el proyecto que me pareció con mayor experiencia en sus integrantes, fue Escarabajo, liderado por Alejandro Delgadillo guitarra y voz (Heavy Soul, El Culto del Ojo Rojo) y complementado sonoramente con Sabu (Los Infierno) en la guitarra, Miguel Ángel (Whitecrown) en el poderoso bajo y reventando la batería Iván Chávez. La buena fusión entre el rock space y la psicodelia latinoamericana, una mezcla entre el rock de los 70s mexicano y argentino, entre Dug Dugs y Spinetta, entre La revolución de Emiliano Zapata y Charly García, entre Grupo Ciruela y Papo. Los solos de Sabu y las líneas profundas del bajeo de Miguel junto a las poderosas letras de Alejandro transportan y a la vez refrescan la inventiva del rock psicodélico actual.

El look, la actitud y la gran ejecución fueron parte de los elementos del éxito que mostraba este proyecto como una gran propuesta, que está próximo a lanzar su primer material que promete un gran viaje sonoro. Con la presentación más poderosa de la noche el Escarabajo reventó el Raboso, donde el público era nuevo para esta banda pero recurrente de la escena under del rock mexicano. Platicando con los integrantes me entere que el disco está en proceso de mezcla y espero pronto podamos escucharlo en las plataformas de streaming y posiblemente en versión vinilo. Sin duda escucharemos mucho más de este Escarabajo espacial.

Un nuevo Rostro

Difícil tocar después del show que preparó el Escarabajo, con ese peso subió al escenario el proyecto encargado de cerrar Rostro del Sol, un proyecto que fusiona el jazz y el rock psicodélico con tintes experimentales. Brilló con su primer material dado sus complejas y poderosas composiciones donde el blues aparecía y las progresiones jugaban un papel importante, además los arreglos de saxofón y ahora clarinete junto con los sintetizadores nos emocionaron en un comienzo, desafortunadamente por diferencias ideológicas y compositivas han cambiado de integrantes tres veces, primero siendo banda instrumental, luego pasaron por tener un vocalista y siendo una banda más grande al original terceto que conformaba el proyecto, y ahora siendo un quinteto que trata de recuperar la magia que consiguieron con su primer material Rostro del sol (2021). Me tocó ver la segunda versión de esta banda que dejó como resultado Blue Storm (Kinich Ahau)(2023) su segundo material de estudio donde con vocalista mostraron sus habilidades creativas.

En esta tercera vez que me tocaba verlos, disfrute los track de su primer material pero aún no hay magia en los arreglos, sólo una imperiosa necesidad de ejecutar las canciones que ya tiene el grupo de sus materiales, difícilmente volveré a escuchar algunas canciones de Blue Storm, pero considero que la salida de ciertos integrantes hizo que se perdiera cierto feeling que tenían. Aun así no se salvaron de las fallas técnicas al principio, pero el público que iba a verlos estaba contento con volver a escuchar al proyecto en activo y tocando los grandes tracks como Bob C Sketches o Cynical Mind. Esperemos esta nueva etapa venga con un disco que reafirme la nueva química de la agrupación.

Al terminar volví a salir con los músicos de las agrupaciones que ya habían tocado y escuchar cómo se han vuelto una escena de camaraderías, donde la salida de algunos integrantes para formar nuevos proyectos es algo común entre estos jóvenes que transformarán el presente del rock que había perdido su filo. Ahora es una daga que se te clava en los sentidos. Hay muchos proyectos más que están jugando un papel importante en los circuitos de foros y bares donde el nuevo rock mexicano está retomando su importancia en las ideologías sociales y experiencias de una nueva sociedad joven, más allá de etiquetas, la música que no está en la industria prefabricada de las disqueras que pagan por millones de seguidores falsos (bots) que no llenan conciertos,. que requieren más publicidad que calidad, es la música del verdadero rock nacional. No pierdas la oportunidad de vivir el nuevo revival que está surgiendo de las profundidades de la capital mexicana.