
“Tonta… estás tonta, eres tonta, muchas veces escuchamos esta palabra y a veces la creemos…” Así inicia este unipersonal que nos llevará por un viaje a través de la mirada de una persona con una condición neurodivergente, que oscila entre las altas capacidades y una marcada alexitimia (dificultad para reconocer y expresar sentimientos). Todo comienza con el quiebre de la rutina por la pérdida del padre de nuestra protagonista, aunque surgen preguntas, ella sigue la instrucción precisa que le dejó su padre, “recuérdame con alegría, con los paseos en bicicleta, las sonrisas” de tal forma que al recordarlo no puede llorar y esto llena de frustración a su tío, quien con tristeza y enojo le reclama por qué no llora, ¿es acaso que no lo quería?, ella en silencio observa en su mente el universo de imágenes, ideas y palabras que se agolpan en intentan salir por la boca pero al final no logra emitir ni un sonido, ni un suspiro. Maria Antonieta nos va contando que estos episodios son frecuentes, le han pasado desde la infancia hasta el día de hoy que ya es una mujer lista para integrarse al mundo laboral.

Conforme va pasando la historia y de una forma cómica, avanzamos y retrocedemos en sus recuerdos, comprendiendo que la repetición es algo muy frecuente en la mente de una persona neurodivergente, la rutina es un factor clave pues en ocasiones necesita repetir una acción hasta 5 veces, contrastando con la excelente memoria que recuerda detalles tan especificos como el significado o significados de muchas palabras con acentos, comas y puntos, donde las leyó, por qué las leyó y ahora donde aplican, pero por otro lado, también hay una gran inocencia en sus anécdotas con respecto a hechos que pueden clasificarse como un abuso, como el que sus primos, amigos, profesores y algunos otros hombres le pagaran para verle los calzones. Despegando de estos recuerdos, en el presente nos platica cómo es su vida como actriz, su primer experiencia en la búsqueda de empleo y la interacción con su sobrino, quien comparte si no la misma condición mental una muy similar.
María Antonieta nos regala una actuación maravillosa al adoptar una gama amplia de personajes, tío, sobrino, padre, primos, velador, asistente, director, actor y por supuesto ella.

Acompañada solo con un carrete gigante de madera que en ocasiones le funciona como banco, en otras como escritorio y algunas más como sofá, armada con su chaleco rojo que simula una mochila y avanza por el escenario que se transforma en calles, bodegas y casa con cada movimiento de sus brazos y piernas, muchas de las anécdotas que nos plática con el toque cómico nos envuelve en lo que cotidianamente pasa en un foro de grabación, algunas anécdotas son muy locales, sin duda textos hechos por gente del medio para gente del medio pues hay muchos chistes locales que si no hay conocimiento de ciertos personajes y cargos no queda muy claro de que se habla, sin embargo abraza también al público novato en el tema.
Esta obra escrita y dirigida por Adrián Vázquez, interpretada por María Antonieta Hidalgo es el principio detonante para investigar un poco sobre las neurodivergencias y cómo es vivir con una condición como esta, lo que gente debe aceptar, tolerar y por supuesto respetar, es una agradable invitación a tomar las cosas de una forma más ligera y graciosa pero con el respeto y la importancia que merece, puedes disfrutar este montaje los martes 11, 18 y 25 de marzo al 1 de abril a las 8:00 pm, en el teatro ”La Capilla”.

Nota por Elena Morales.





Aterciopelados, la rebeldía colombiana regresará al Vive Latino

Inauguración de Casa SEMABO: Un Refugio de Esperanza para Niños con Cáncer
También te puede gustar
Continuar leyendo
