Resistencia, Innovación y Talento: Así se Vivió el MJAZZ 2025

Escrito por Estefania Katz el 11/03/2025

El Festival MJAZZ ha consolidado su lugar como uno de los eventos más importantes en la escena musical del jazz, destacándose por su propuesta fresca y auténtica en cada edición. En esta ocasión, el festival alcanzó su cuarta edición, reafirmando su relevancia como un espacio para la música en resistencia. Como periodista involucrada en el análisis de la música, me siento emocionada de compartir las impresiones de este evento que continúa dejando huella en la cultura del jazz contemporáneo.

Desde su apertura a las 14:00 horas con la presentación de Bahía de Ascenso, proyecto liderado por el talentoso productor, pianista y compositor mexicano Roberto Verástegui, el festival mostró lo que sería una jornada memorable. Verástegui, conocido por su capacidad para fusionar diversos géneros de ritmos latinos, elementos del jazz contemporáneo, ofreció un espectáculo que mantuvo a la audiencia al borde de la expectación invitando a un viaje sonoro que fusionaba lo contemporáneo con lo tradicional. Excelente inicio de festival.

Otro de los momentos destacados fue la presentación de Klezmerson, banda que toma como base la música klezmer tradicional de Europa del Este; integró en su repertorio elementos de ritmos latinos provenientes de estados del sur de México, como Oaxaca y Veracruz, y géneros como la música gitana y del Medio Oriente. La amalgama de estos estilos originarios de diferentes partes del mundo creó una atmósfera vibrante, evocadora y profundamente conectada con las raíces de la música popular global. Esta propuesta fue un ejemplo perfecto de cómo la música puede trascender fronteras y crear puentes entre culturas a través del jazz.

Cabe resalatar que uno de los puntos más destacables de esta edición del festival fue la calidad de las bandas mexicanas que estuvieron presentes y aperturaron este evento, reflejo del enorme talento que existe en el país. Sin embargo, cabe destacar que, en futuras ediciones, sería interesante incorporar una mayor diversidad de artistas nacionales, brindando oportunidades para que nuevos talentos se den a conocer, evitando la repetición de nombres que ya han sido protagonistas en ediciones anteriores. Es fundamental mantener la frescura y la innovación en la programación para seguir alimentando la escena local de esta cultura rica en contenido.

Llegada las 16:30 hrs la presencia de Melanie Charles fue uno de los momentos más esperados de la jornada. Talentosa compositora, cantante y productora, ha creado un movimiento musical que borra las líneas divisorias entre culturas, sonidos y teorías musicales. Su actuación fue una lección de versatilidad y creatividad. Con una voz modulada en una impresionante gama de registros, desde los más altos hasta los más bajos, Charles ofreció un espectáculo que no solo mostró su habilidad vocal, sino también su profunda capacidad para conectar con el público. El show fue, sin lugar a dudas, uno de los puntos más altos del festival, dejando a todos los asistentes sorprendidos por su indudable capacidad compositiva.

A medida que avanzaba la tarde, muchos de los asistentes aprovecaharon el cambio de banda para probar una de las ricas propuestas de cerveza artesanal y claro, también un buen snack y de este modo prepararse para escuchar a una de las bandas más esperadas de la edición de este festival, Gogo Penguin, banda británica, trajo por primera vez a México un enfoque único y progresivo en el ámbito del jazz con su particular estilo cinematográfico, mantuvo una actuación hipnótica, manteniendo al público cautivado con cada pieza. La banda logró crear paisajes sonoros complejos y evocadores, llevando a los asistentes a un viaje auditivo que, aunque desafiante en su estructura, fue sumamente gratificante para los amantes del jazz experimental. La recepción fue cálida y entusiasta, marcando otro hito en la historia de este festival.

Poco después de la presentación de Gogo Penguin, una ligera llovizna nos sorprendió, lo que provocó un pequeño retraso en la siguiente actuación. Sin embargo, este breve intervalo no afectó el ánimo del público, que estaba ansioso por disfrutar de la siguiente propuesta musical: Troker, banda mexicana que se ha ganado un lugar destacado en la escena del jazz contemporáneo, con 20 años de carrera, ofreció un show cargado de energía y creatividad, fusionando géneros como el mariachi, electrónica y otros ritmos latinos que hicieron de su actuación uno de los momentos más divertidos y apreciados de la jornada. Cada uno de sus integrantes brilló por su habilidad musical, demostrando por qué esta banda se ha consolidado como una de las principales en la escena del jazz en México. Sin duda, Troker es una banda exquisita en vivo.

Sin embargo, uno de los momentos más significativos de esta cuarta edición fue la presentación de Azymuth, una banda icónica de Brasil, famosa por su mezcla de jazz, samba y funk. En su primera visita a México, Azymuth ofreció un concierto memorable, donde su habilidad para unir géneros y su estilo único de jazz samba funk dejaron una marca imborrable en el público. Este fue uno de esos conciertos que quedará grabado en la memoria colectiva de los asistentes y que, sin duda, marcará un antes y un después en la historia del festival.

A lo largo de esta jornada musical, el festival MJAZZ mostró un nivel técnico de sonido impecable, lo que permitió a los asistentes disfrutar de la calidad de la ejecución de cada uno de los artistas presentes. La organización del evento, además de la diversidad en las propuestas musicales, dejó en claro que el MJAZZ con su cuarta edición, se ha consolidado como un referente dentro del panorama de festivales de jazz en el país.

El evento no solo celebró la música de resistencia, sino que también brindó un espacio para que el jazz permanezca latente cultural y musicalmente hablando, expandiendo sus fronteras con la esperanza de seguir creciendo, no solo en su curaduría, sino también en la diversidad de voces que presenta cada año, el festival se posiciona como un evento clave en la escena musical global. ¡Larga vida al MJAZZ!