Invencible Radio

Juntos Somos Invencibles

Canción actual

Título

Artista


“Good Boy”: cuando el miedo tiene forma de mirada canina

Escrito por el 22/10/2025

Indy, la oscuridad nos asecha… Somos las presas de aquello que no queremos ver.

Este año el cine ha encontrado en los perros a sus nuevos héroes: primero Kripto, fiel compañero de Superman, y ahora Good Boy, donde un can se convierte en testigo —y víctima— de lo invisible. Dirigida por Ben Leonberg en su debut como director de largometraje, la película propone un enfoque tan inusual como perturbador: el terror visto desde los ojos de un perro.

Todd y su perro Indy se mudan a la antigua casa familiar, un lugar cargado de silencios y presencias. Desde el primer minuto, la tensión se instala: Indy percibe algo que su amo no puede ver. Su instinto lo alerta, su cuerpo lo siente, su mirada lo traduce. Pero ¿cómo advertir a un humano de lo que no se puede decir?

El filme, que dura aproximadamente 72 minutos, no necesita grandes efectos para incomodar.  Leonberg juega con la perspectiva animal —cámaras a ras del suelo, sonidos filtrados, sombras en los bordes del cuadro— para que el espectador se convierta también en perro, en testigo de lo que ronda y respira en los rincones.

Mientras la historia avanza, uno no puede evitar sentir una profunda empatía por Indy. Sabemos que está en peligro, que entiende más de lo que su amo percibe. Y entonces surge la pregunta: ¿cuántas veces nuestras propias mascotas se han quedado mirando a la nada, tratando de protegernos de algo que no vemos?

Good Boy rescata la idea ancestral de que los animales perciben lo que nosotros negamos. Su protagonista, Indy —el perro real del director—, nos recuerda que el miedo no siempre ruge: a veces ladra, a veces observa. Y en esa mirada silenciosa se esconde toda la tragedia de lo humano.

La película se estrenó en EE.UU. el 3 de octubre de 2025.  En cuanto a México, la cinta llegará a cines este 23 de octubre, distribuida por Zima Entertainment.

Una película pequeña, distinta, que vale la pena ver no solo por su originalidad, sino porque nos enfrenta a esa pregunta que da más miedo que cualquier sombra: ¿qué tanto de lo que nos rodea preferimos no ver?