Uno puede estar rodeado de muchas posibilidades, como en un campo minado que para donde pises puedes detonar algo que te lleve a vivir una gran experiencia. En esta ocasión me tocó dar un paso acertado para asistir a un festival que será imborrable en la memoria de miles de amantes del garage, surf y rockabilly de la Ciudad de México. Fuimos afortunados de bailar slam entre máscaras y peinados estrafalarios, cadenas y estoperoles, risas, cervezas y gotas de sudor.
Ahora a la distancia de la última ola que surfeé llamada de “Wild O´Fest. The Last Dance”, donde llegar desde el inicio era un acto obligado porque, aunque iniciara el show con una cantante que está estrenándose en la escena, después de ella venía una marejada de bandas legendarias, llenas de líneas de bajo desenfrenadas y episodios instrumentales que el mismísimo Dick Dale hubiera estado orgulloso.
Sin duda la adrenalina iba subiendo a cada paso mientras caminaba a un costado de la barda del domo de acero del Palacio de los deportes, donde se encuentra el Pabellón Oeste, lugar donde sucedió este gran festival que trajo una oleada de recuerdos. Al cruzar la puerta ya se veía el desfile de chalecos y chamarras con parches de bandas icónicas de la escena.
Escaneando el lugar pude ver el ring donde se llevarían a cabo las luchas en este festival que está permeado de la cultura del pancracio y las máscaras coloridas del deporte insignia de México en el mundo. También había varias barras para la compra de chelas y un vagón de merchandise. Y lo mejor de todo en esta temporada de tanta lluvia, el foro era cerrado sin riesgo a mojarnos.
¿La nueva Blondie del punk rock?
Ya se concentraba la mayor parte del público frente al escenario conectados con la talentosa Kate Clover, cantante y guitarrista californiana de punk- rock surf lanzó disco el año pasado impresionando por su calidad de sonido y su estilo al grado de que algunos medios la han considerándola digna heredera de Debbie Harry del punk de la costa oeste.
Me instalé por un momento a un costado del escenario, para ver el cierre de esta guitarrista que con un estilo cool en su look, gran experiencia frente al público, su sonido sólido y rebelde, dio su primera presentación en México. Mostrando que su etapa solista trae toda la experiencia y energía que obtuvo de sus proyectos anteriores como Germs o The Gun Club.
Un festival de headliners
Poco a poco me integré en la masa, ya con cerveza en mano y chamarra de piel, sabía que a partir de aquí todo lo que venía era una enorme ola de buen surf y garage con puros proyectos que bien serían cabeza de cartel en cualquier festival del mundo, bandas con trayectorias tan largas que se podía en ver entre el público distintas generaciones conviviendo.
Llegaron para subirse a esta ola, Lost Acapulco, los favoritos de casa, un proyecto que es una referencia obligada en el sonido surf mexicano, y dado que eran los hosts de al parecer el último Wild O´ Fest. Días antes el Crunchy, quien es parte de los organizadores del festival y guitarrista de la banda, decía que había una gran posibilidad de que fuera la última edición esto debido a que ya habían traído a lo que él consideraba las bandas más importantes de la escena, “no hay nada más que nos interese traer dentro del surf y el garage”.
No dudaron en el set que presentarían esa noche, clásicos y grandes éxitos pusieron al público a bailar en un gran slam en la zona general, que poco a poco fue creciendo. Volaron “cervezas” o al menos esos parecían, salieron enmascarados por todos lados y se enfrentaron llenos de júbilo en luchas falsas simulando que estaban en un ring, mientras la gente gritaba: “lucha, lucha, lucha” o cantaban el Garage de Gina Monster, Frenesick, olvidemos el romance, tantatutanga.
Se agradece que el buen sonido se hizo presente, claro sin dejar de lado que al iniciar algunas presentaciones se llegan a ajustar detalles, algo que ayudó a que el cierre de Lost Acapulco hiciera a todos gritar, bailar y reír entre las luces y el calor corporal.
La gente seguía llegando al foro, muchos corrían porque, aunque se anunciaron con anticipación los horarios, muchos querían ver al cuarteto de Acapulco, pero como iban a estar haciendo más dinámicas durante el festival tenían que estar listos durante la mayor parte del día.
Hipnotizado por Zombierella
Desde de las frías tierras de los zares, llegaba el trio de surf rock más interesante de los últimos 15 años, los Messer Chups formados en San Petersburgo por el tenebroso Oleg Gitaracula quien después de unos años y algunos cambios de alineación llegaría Svetlana Nagaeva mejor conocida como Zombierella y posteriormente su actual baterista Dr. Boris.
Para mi la mejor alineación, sin duda era muy esperada la presencia de la despampanante bajista. Qué sumándole a su buen estilo y técnica de tocar, apareció con su look muy dark y a la vez pin up que la caracteriza, hipnotizando todas miradas. Sin ser demasiado fastuosos en el escenario fueron dando un show que fue de menos a más, y que sorprendentemente sólo un par de canciones fueron cantadas, todas las demás llevaron a la audiencia a los círculos de baile y a disfrutar de lo bien que se escuchan como banda, se nota su cohesión y limpieza al ejecutar su surf oscuro con fusiones de música rusa y audios de películas antiguas de terror, que también aparecieron en imágenes de su show. Fue de los mejores shows del día, dejando al público emocionado con ganas de más canciones. Les quedo corto el horario. Esperamos pronto vuelvan en un show en solitario.
¿Conectas o no conectas, Man?
Parte de las actividades del festival era que estarían hosteando el show los locutores de Gaba – Gaba, “Warpig” y “El Reverendo” estarían poniendo una selección musical ad hoc al Wild O´ y animando a la gente entre bandas. Y así fue, grandes joyas del género surf y garage animaron a la audiencia que ya empezaba a disfrutar de las cervezas y el buen ambiente. Le tocaba salir al escenario a Man or Astro-Man? Muchos se notaban emocionados, murmuraban que son buenos y que ellos tocan el opening de la caricatura de animación Jimmy Neutrón que recuerda bien la generación dosmilera.
La gente quería seguir en el slam y la fiesta, así que podría esperarse que por la selección de bandas esto sería algo parecido a Lost acapulco o Messer chups, y pues no, conforme fue pasando la presentación la gente en vez de bailar se quedaban mirando al escenario como queriendo conectar con esta otra variante musical que estaba sonando. Un rock indie con tintes surf a la The spotnics y un punk rock con psicodelia de los 70´s, que a momentos sonaba a rock alternativo de los 90s, seguramente porque es la década en la que se formó la agrupación.
Ellos argumentan ser seres extraterrestres que fueron enviados a la tierra a tocar surf, pero creo que los humanos mexicanos no estaban en la misma sintonía. Después de observarlos un rato noté como la gente se mantenía, porque la ejecución era buena, pero no eran conocidas sus canciones en este país, y aunque muy enérgicos, más que la banda anterior, aun así parecían inútiles los esfuerzos, el público sólo observaba y se tambaleaba para sentir el ritmo pero no pasaba nada más. Extrañamente terminó no haciendo clic del todo. Algunos aprovecharon para ir por una cerveza otros a comer.
Su propio estilo
En definitiva, el cierre de la banda de Alabama, no conectó conmigo y me pareció el mejor momento para comer algo después de lo que vendría que sería un tsunami. Aproveché que aún no iniciaban las luchas y fui a las barras aledañas al ring donde había menos gente, ahí mientras esperaba los snacks, vi el inicio del show los Satan´s Pilgrims, banda surgida a inicios de los 90s y que ha sido sumamente influenciable para muchas bandas actuales. Porque no sólo han tenido una trayectoria de grandes discos fundamentales para el surf moderno, sino también que su estilo es tan especial que lo suelen llamar “Pilgrim Rock”.
Estos maestros con más de 30 años de carrera sonaron impecables y lucieron sus clásicas capas vampirescas. A pesar de que no pude estar tan cerca del frente del escenario y del slam, fue evidente la reconexión del público que quizá quería seguir escuchando un surf más crudo y menos fusionado.
Copa, raya, paliza!
Con la “pila cargada” y con un par de cervezas encima, esperaba con ansias la presentación de los españoles Wau y los Arrrghs!!! Desde la canción uno el sonido garage punk desenfrenado y brusco puso a todas las cabezas a moverse y a evidenciar a los fans que coreaban las canciones. Juanito Wau empezó a temblar y contorsionarse catárticamente mientras los guitarrazos y la batería en un ritmo frenético y primitivo, junto a un bajo que tronaba denso como impulsándote al caos y la diversión.
La intensidad fue subiendo con canciones como “La ciudad no es para mí”, “it´s Great”, “Niña”, “Piedras”, “Nunca la quise”, el slam estaba intenso para la mitad del show y Juanito Wau lo veía, de pronto decidió bajarse con la gente mientras seguía aullando sus temas.
Todo se derrumbó cuando sonaron los primeros acordes de la guitarra y el sintetizador al estilo a gogo, de lo que sería un cierre monumental, ver al frontman de esta banda incitando al baile descontrolado, mientras se escucha el grito generalizado de “¡Copa, raya, paliza, copa raya, paliza!” mientras el slam se llenó de más de cincuenta personas entre hombres y mujeres que están entregados al momento, que llegaron a su punto más alto cuando sonó el cover a Los Saico y todo fue demoler, demoler, demoler. Este show seguro quedará en la memoria de todos los asistentes a este último Wild O´Fest.
Pioneros del garage
Después de esa sacudida me enteré que el evento estaba Sold Out y ya se notaba con la cantidad de gente que se movía dentro del foro, difícilmente una banda podría mantener la adrenalina que había motivado los españoles que bajan del escenario. Pero era el turno de las leyendas vivas The Sonics grupo que durante 60 años de carrera han influido a miles de bandas con su sonido desenfrenado y melódico, asistentes de distintas edades estuvieron disfrutando del tremendo sax de Rob Lind y las salvajes líneas de bajo de Andy Parypa, miembros originales que venían con una alineación de ensueño con Jake Cavaliere (The Bomboras) en los sintetizadores, Dustin Watson (The Runaways, Legs Diamond) en la batería y en los salvajes riffs de guitarra el miembro más joven Evan Foster (Boss Martians) quien demostró tener dominada su parte en esta gira con The Sonics.
Ilusión, era lo que pude ver en el rostro de varios asistentes que coreaban las canciones y sentían el sonido original del rock garage y el punk que dio origen a todo un movimiento que terminó influenciado a Nirvana, The White Stripes, The Cramps, The Mummies, Pearl Jam. Éxitos y cover salieron al por mayor como C´mon Everybody, Cinderelle, He´s Waitin´, Get in the Car, I´m Going Home, Lucille, Sycho y The Witch, solo por nombrar algunas joyas que sonaron en esta actuación inolvidable, que quizá sea la última en México. Esto debido a que los miembros originales como Larry Parypa, Gerry Roslie, Freddie Dennis, que ya son octogenarios, no se encuentran en condiciones de viajar tanto con la banda siendo así cada vez más difícil que salgan de gira. Así que imaginaran que fue un show para la historia.
A dos de tres caídas
Mientras el staff cambiaba de instrumentos y dejaba todo listo para que las bandas tocarán, en el ring que estaba del otro lado del escenario, se llevó a cabo la exhibición de lucha libre mexicana, donde la gente pudo ver a nuevas y conocidas caras de este espectáculo que ha sido bien recibido en la escena surf mundial, dando como resultado que muchos grupos utilizan las peculiares máscaras para tocar como los Straitjackets o Lost Acapulco.
Aunque hubo asistentes que no conectaron con la idea de las luchas, otros iban y venían del ring al escenario para vivir la experiencia completa de este festival, así que además de Gaba-Gaba en los micrófonos, también podrías disfrutar de la adrenalina al mero estilo de la arena coliseo.
De ultratumba
Otro de los proyectos que la gente murmuraba venir a escuchar, incluso argumentaban que solo venían por ellos. Me refiero a The Mummies, otra de esas bandas que han marcado una carrera prominente en el underground, conocidos por su ideología “do it yourself (Hazlo tu mismo)” grabaron su primer material en 1988 con un equipo barato y vintage con la intención de emular el sonido sucio y agresivo del garage rock de los 60´s. Además de sus características ropas emulando vendas de momia.
De todos las bandas ellos tuvieron los errores de audio más notables, al grado que durante toda la presentación el órgano Farfisa que toca el vocalista Trent Ruane, que a pesar de la falla usó el instrumento para montarlo y seguir dando una catedra de como se maneja un desajuste de ese tipo. Este terrorífico cuarteto con más de tres décadas de distorsión y rebeldía se dispuso a hacer explotar el Pabellón con tracks como I’m Gonna Kill My Baby Tonight, Just One More Dance, Food, Sickles and Girls, I Can’t Wait, The Fly, That Girl, I’m Bigger Than You, junto a unos grandes covers a Devo “Uncontrollable Urge” y The Ardells “Stronger Than Dirt”. Tremendo show, lo más puro del garage punk.
La primera vez
Otros que salieron de ultratumba para realizar una gira de reunión que llegaría a nuestro país como parte de la quinta edición del Wild O´Fest, fueron The Ghastly Ones con su surf espeluznante la banda californiana que se había separado en 2010, tocó por primera ocasión en tierras aztecas, demostrando porqué son el mejor homenaje a la música de halloween y películas de terror en versión surf rock.
Con sus tenebrosos trajes con capa y sombrero de copa, Barón Shivers y compañía tocaron una veintena de sombrías melodias que pondrían a bailar a los mismísimos Monsters, arrancando con Surfin´Spooks, Ghastly Stomp y Haulin´Hears de sus éxitos más conocidos, sabía que sería un show especial pero no esperaba que iniciaran tan fuerte, también sonaron Shockmonster Stomp, Hangman Hangten, Spooky (Diabolo’s Theme), Heartbeat, Spooky (Diabolo’s Theme), Banshee Beach, Mysterion, Double Agent 73, de igual modo tiraron dos covers uno a The Ventures y otro curiosamente a The Sonics, He´s Waitin rola que evidentemente iba dedicada a la banda que acababa de tocar, algo así como un mensaje de admiración de músico a músico. Como dato extra: esta edición del wild O, nos regaló dos versiones de esta canción.
Ride The Wave
Treinta años de andar sobre la ola, esta noche era la celebración de Los Straitjackets, un proyecto de rock instrumental que va desde el western hasta el surf rock, quizá la banda más famosa que usa máscaras de luchadores, han creado sus propios diseños y se han aventado shows memorables alrededor del mundo. Durante estos años han mantenido la alineación con Eddie Angel miembro fundador como líder, haciendo perdurar al proyecto aun con sus cambios de alineación.
Recuerdo en algún Vive Latino tuve la fortuna de verlos hace más de una década, con ese misticismo al no mostrar su rostro y esas coreografías que emocionaron a los asistentes, en esta ocasión no sería diferente. Comenzaron con Pacífica, después vinieron Casbah, Kawanga!, Tempest, para abrir paso a las canciones que nos recordarían al buen Danny Amis el otro miembro fundador, que tuvo que dejar los escenarios hace 10 años por un cáncer en la médula ósea. Así que a medio show, en un momento muy emotivo apareció Daddy-O Grande fue para recordar e interpretar sus composiciones y algunos covers. Ahí frente a mis ojos Danny “El padrino del surf mexicano” como se le conoce en medios californianos, estaba dando una cátedra con su banda, así que no quedó más que ser cómplice y entregarme al slam que parecía interminable con canciones como Rockula, State Fair, Itchy Chicken, Batman Theme, Driving Guitars (Ventures Twist), Tailspin y algunas joyas más de su discografía. Llegó el explosivo cierre con Bird Dance Beat / Surfin’ Bird, recordando a la leyenda The Trashmen, un símbolo musical para toda la escena surf, rockabilly, garage y punk.
El vigilante a la distancia
Mientras caminaba a la salida sonaba el dj set de Vigilante, miembro de la banda The Hives, que fue encargado de cerrar con sus selección musical que se escuchaba perfecta para seguir la fiesta, entre esos sonidos cruzaba la puerta del palacio y miraba los rostros de emoción de los asistentes que entre borrachos y marihuanos destilaban una alegría inconmensurable, y no era para menos leyenda tras leyenda entregaron todo para despedir a este gran festival que durante cinco ediciones nos mostró que la escena tiene un potencial invaluable en originalidad y fidelidad de los asistentes que nuevos o viejos, se dan cita para ver a sus ídolos de las olas.
Como un sueño de verano se cumplió el último Wild O´Fest, que previo a los Straitjackets mostró en sus pantallas un video de obituario paródico despidiendo al Festival y recordando los mejores momentos. Entre risas, satisfacciones y lamentos se cierra un ciclo para los organizadores, que deberían estar llenos de orgullo porque durante cada emisión alimentaron a la escena nacional con enormes reencuentros y primeras veces de muchas bandas y cientos de presentaciones de lo mejor que hay a nivel mundial. Los que conocen la filosofía de las olas sabrán que cuando una ola muere otra más grande nacerá y con ella una oportunidad para nuevos surfistas.